Las pupusas

Ayer, llevé a un grupo de mis estudiantes a Café Guanaco Jr. (en toda la esquina de 500 E. y 2700 S. en Salt Lake) para probar pupusas.  A todos nos gustaron.

Sé que las pupusas no son chilenas.

Son salvadoreñas, pero hace tiempo que las conozco.  Una tía mía nos invitaba a comerlas de vez en cuando.  En la universidad, Claudia Loucel me enseñó a hacerlas, también, pero las mías nunca salían bien. 

Una vez, fui a una fiesta en Logan, y mientras la Claudia hacía pupusas, Angenette hacía sus famosas empanadas argentinas.  Decidieron hacer un experimento: rellenaron una pupusa con el relleno de empanada.  Yo les dije que la tenían que llamar una "pupu-nada."

No les gustó mi chiste.

La Navidad

Siempre me acordaré de mi primera navidad en Chile.

Mi familia y yo fuimos a Arica en 1987, cuando yo tenía 11 años. Fue la única vez que todos fuimos juntos.

Mis padres me prepararon para aceptar el hecho de que no iba a recibir muchos regalos ese año. Aun así, fue un poco difícil, porque yo estaba acostumbrado a recibir un mínimo de seis o siete regalos.

Aquél año recibí: una camiseta blanca con el logotipo de Adidas y una botella de Colonia ("Millionaire" by Mennen).

En diciembre de 1987, mis primos Goyo, Esteban, Checho, y Javier me enseñaron a jugar al ajedrez.

Mi prima Claudia me introdujo al mundo de los mercados al aire libre (las ferias) de Chile.

Mis padres me dieron una lección sublime en las bendiciones que trae el sacrificio cuando le regalaron una lavadora a mi abuela setentona - por primera vez en su vida, no tendría que lavar la ropa a mano. 

En diciembre de 1987, aprendí que no necesitaba recibir regalos para disfrutar del espíritu de la navidad.

Un día, llevaré mi esposa y mis hijas a pasar la navidad en Chile.  Sería lindo continuar esa tradición.

Los Prisioneros

Formado en Santiago, alrededor de 1980, Los Prisioneros fue uno de los grupos más importantes en el movimiento del Rock en Español, sin duda.  Aunque los había escuchado por allí en varias ocasiones, el momento en que los descubrí para mi mismo fue en octubre de 1997, cuando, al mencionar mi interés en saber más acerca de ellos, mi primo Checho no tardó ni un momento en regalarme su copia de uno de las antologías del grupo.

Se puede caracterizar la música de Los Prisioneros como música de protesta, no de rebelde (la primera siendo basado en una causa, el segundo enfocándose en si mismo, nada más).  “¿Por qué los ricos?” “No necesitamos banderas” “Lo estamos pasando muy bien” “Latinoamérica es un pueblo…” y “Lo estamos pasando muy mal” son algunas de mis pistas favoritas.  ¿La causa?  Protestar los efectos de la dictadura de Pinochet.

Con la abdicación de Pinochet, el grupo tuvo que buscar otra fuente de inspiración.  Muchos aficionados dejaron de seguirles, por lo que yo entiendo.  Pero a mí me encantan algunos de los temas que salieron durante esta época: “Paramar” y “Tren al sur.”  Desafortunadamente, no pudieron mantener el nivel de fama que creían necesario para justificar su carrera, y el grupo se disolvió alrededor de 1990. 

Cuando fui a Arica en 1987, todos mis primos estaban enloquecidos con la onda de Michael Jackson.  Me parece raro, y un poco trágico que perdí la oportunidad de conocer su obra en ese entonces.

Jorge, Claudio, Miguel, gracias por lo que nos dieron y por jugar bien el papel que les tocó.  Lo siento mucho que no pudieron resolver sus diferencias.

P.D. – Me encantaría tener una copia de “Raras tocatas nuevas.”  ¿Alguien sabe dónde lo puedo comprar?

La Lisera

La Lisera es la playa mas popular en Arica.  Es, creo, el lugar donde descrubrí el océano por primera vez en mi vida a la edad de dos.  No recuerdo nada de aquella experiencia.

Esta playa siempre está llena de vida y acción.  Las familias y los grupos de jóvenes suelen ocupar la mayoría del sitio, pero de vez en cuando se puede ver un turista en el local.

Mi primer recuerdo de la Lisera ocurrió en diciembre de 1987, cuando yo tenía 11 años.  Fuimos en el micro, llevando mallas, camisetas, chalas, toallas, y unas monedas para poder volver.  Quedé impresionado con la forma semicircular de la playa.  Mis primos me explicaron que las aguas son mas tranquilas en esta playa debido a esta característica.  También me impresionó la cantidad de gente.

Recuerdo que nadé a aquella plataforma que quedaba a unos 30 metros de la orilla (a mi parecer, quedaba a 200 metros).  ¡Qué orgulloso me sentía al llegar allí!

También me acuerdo de los momentos lindos que pasé después, jugando en la arena, tomando sol, y comiendo helados.  

Esta playa, sin duda, es uno de los lugares más bellos que he conocido en mi vida.

Los completos

Japón tiene el sushi, Italia tiene el raviol, Chile tiene el completo.
Llevando tomates picados, mayonesa, palta (aguacate para el resto del mundo hispanohablante), y, para los que se atreven, mostaza, ají chileno, chukrut, y salsa amercana, un buen completo es la octava maravilla del mundo culinario.

Honestamente, el completo representa la mezcla de culturas que ha ocurrido en Chile.  La salchicha y el chukrut vienen de Alemania, mientras los Aztecas nos aportaron la palta y el tomate.  La mayonesa parece haber originado en Francia o tal vez en España, y hemos de agradecer a la India por contribuír el don de la mostaza.  Pero solamente los chilenos pudieron haber orquestrado estos ingredientes para formar la sinfonía de sabores que se encuentran en cada bocado.
En varias ocasiones, he tratado de reproducir los completos en casa, pero hay dos cosas que nunca he podido reunir en mi cocina: 

• El pan - Ni siquiera el mejor pan de EEUU es digno de envolver un buen completo.  Tiene que ser pan chileno.
• La experiencia - en mi próximo viaje a Chile, veré si algún vendedor de completos me deja pasar un día con el para que yo estudie su manara de prepararlos.  Tiene que ver algún secreto que aun no he descubierto.

Al escribir este posting, tuve que salir a saciar mi apetito.  Comí este completo en el Chilean Deli en Salt Lake City.  ¡Qué rico!

Donde termina la tierra

A la edad de 19 años, experimenté un nacimiento espiritual cuando, caminando por las calles del barrio Cerro Navia en Santiago, dirigí mis ojos al cielo y vi la Cruz del Sur. Al darme cuenta de la realidad que yo estaba tan lejos de mi hogar y mi familia en Norteamérica que hasta las constelaciones eran diferentes, también sentí como si algo se despertara dentro de mi alma. De repente, estar en Chile dejó de ser un momento temporal y se convirtió en un estado espiritual.
Dedico este blog a las maravillas de Chile: a la gente que he conocido, a la geografía que he recorrido, a la historia que estoy descubriendo, a los viajes que aún me faltan hacer, y especialmente a la familia que extraño.